La otra noche me acordé de ti.
Te odié y te maté.
El reloj marcaba las 23.
Los recuerdos en mi cama revolvían mi mente.
Hasta ahora no logro comprender
el llegar hasta acá y no aprender.
Eres una más,
después de ti mil vendrán.
Poco a poco te expulsé de ahí.
Mentiras y más mentiras
que de manera tierna y tonta,
creí.
Hasta ahora no logro comprender
el llegar hasta acá y no aprender.
Eres una más,
después de ti mil vendrán.
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