Aprendí a ser formal y cortés, cortandome el pelo una vez por mes.
Y si me aplazó la formalidad, es que nunca me gustó la ciudad.
Viento del sur o lluvia de abril, quiero saber donde debo ir.
No quiero estar sin poder crecer, aprediendo las lecciones para ser.
Y tuve muchos maestros de que aprender, solo conocían su ciencia y el deber.
Nadie se animó a decir una verdad, siempre el miedo fue tonto.
Y el tiempo traerá a una mujer una casa pobre, años de aprender como compartir un tiempo de paz.
Nuestro hijo traerá todo lo demás.
El tendrá nuevas respuestas para dar.
Sui Generis
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