Escogiendo las memorias

Tal vez, nunca sepas la verdad.
Tal vez, no lo escucharás de mi.
Tal vez, pensarás mal de mi, y me pegarás.

Y me seguirás preguntando y preguntando.
Y yo seguiré evadiendote.
Evadiendo tus preguntas.

Es una verdad a medias.
Es una verdad que no llega a ser tautología.
Es una verdad que, a su vez, puede permanecer escondida.
Cobijada.
Y ahogarse.

Y aunque no se puede vivir sin memoria.
Mis huesos me reclaman de lo que he hecho.
Las herramientas usadas no eran permitidas.

Ahora ya no vives aquí.
Te logré, por fin, botar.
Te logré, por fin, olvidar.

Al menos parecía así.
Y cada vez que me lo recuerdas.
Y cada vez que me lo demuestras.

Cada pisada es más difícil.
Cada mirada es más difícil.
Tanto que es mejor no pensar en nada.