Poder decir que quiero ir

Y todo el mundo se volvió gay.
La putamadre todo el jodido mundo.
Y no es que tenga algo en contra de ellos
es que detesto que me miren el pirulo al bañarme.

El pajarillo se intimida y se vuelve una pasita
y eso si, mi hermano, es un roche asqueroso.
De hecho lo debes de haber vivido.
Ya sabes, la clásica, después del sexo, al toque no mas
te subes o pones el calzoncillo.
Dudo que alguna chica guste del arrocito del su pareja.

No se hace falta decir más.
Es una universidad para cabros excepto algunos
en los que, obviamente me encuentro, y etc.

Así me encontré con una amigo. Carajo que
no me lo esperaba y menos que me tratara de vender algo una chica
tan simpática. Aunque el pata que también estaba presente, no lo negaré,
estaba en algodón pero no, no llegaba al punto de catalogarlo como papi.

Y nada de homosexualidades.
La verdad es una y la digo.
Joder que el tipo hacia que las miradas volteasen.
Felizmente tuve a la chica esa, sino, mierda, que cagada hubiera sido.

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