La llamada, la noche y la carta

Esto debió ser publicado en la noche de hace dos días. Entre lágrimas, nauceas y demás.

Hace rato me llamaste. Traté de comer y casi vomito. Solo, como siempre. Si estas leyendo esto, quiere decir, primero, que ya no somos pareja, y segundo, que estoy llorando. Nunca había hecho esto de escribir una carta de, no se, despedida a una ex, y no se tampoco porque lo hago.
Ahora que veo las noticias del mercado de santa Anita me vuelvo a acordar de ti, y aunque parezca mentira, piense que, hasta en esa situación, te seguiría amando. Te pregunté si me amabas, me respondiste algo parecido a que me querías. Mi mente se quedó en blanco por unos breves instantes, mi corazón palpitó más fuerte y rápido de lo que ya estaba. Aunque no soy un chico religioso, abrí la Biblia para que me ayudara, recordando a mi mamá que siempre me dice que cuando necesite ayuda la abra y Dios usará mis manos, abrirá una página y, si es de corazón, me responderá. Y lo hizo, lo hizo y terminé llorando. Y a la mierda lo demás.
Me había prometido a mi mismo no llorar por ninguna otra chica y ahora lo hago por ti. También me juré no enamorarme otra vez y no se si arrepentirme otra vez, pero bueno, lo hice.
Mi relación más larga. Si, si, pero como todos los amores en mi vida, acaba así. Uno siempre tiende a hacerse ilusiones, yo me hice como mil. Recuerdo una vez con Jimena, que discutí acerca de nuestro futuro (tuyo y mío), que sería mejor. Casarme cuando cumplas 18, yo tendría 20, no se.

Me acuerdo cuando veíamos películas, pocas veces, pero vimos. Recuerdo como te asustaba (yo). Recuerdo cuando nos jurábamos amor y más. Hay cosas que no quiero recordar. Hay cosas que no se pueden mencionar. ¿Te acuerdas de la película Amarte Duele?. Esa es mi película. Esa es mi vida. Solo tienes que quitarle la muerte del final y cambiar a la hermana por la mejor amiga. Esas épocas del yo resentido y ella, Pirlo. Lo demás es un pasado que estudia al frente de mi casa. No lo recordaba hace tiempo y ahora con esto, ha vuelto. Y como duele. Como duele.

Todavía no entiendo. Hace una semana atrás me dijiste que me amabas. ¿Qué pasó? Ese mismo día pensé en preguntarte, y ojalá me hubieras dicho la verdad, lo que sentías por mi. Basto ese, tu comentario que ya mencione unas líneas atrás, para que todo se solucionara. Eso de las inyecciones fueron ciertas hasta cierto punto. No me sentía mal, después, a causa de ella, sino que tenía miedo, temor, ese mismo, solo que aumentado, que cuando me dijiste que solo me querías.

Tu sabes. Te hubiera perdonado todo. No se que pasó. Ojalá lo aclares. No quiero que me mientas. Detesto eso. Sin ti, no se si hubiera acabado el colegio. Ahora ya no te tengo. Como a las demás, te tendría que decir que ya no me volverás a ver, pero no puedo. Todavía te amo.

Tal vez muchas cosas he de olvidarme escribir y nunca, quizás, te las diré. No volveré a escribir sobre ti en este lugar.

Hace unos días escribí sobre ti. No estoy seguro si fue publicado. Sobre esa especia de banquita donde había un corazón con liquid paper. Nuestros nombres y la fecha adentro. Tal vez vaya un día y llore. Tal vez vaya un día y no haya nada, así como nuestro destino juntos.
Varios poemas y canciones para ti. Ahora tendré que borrarlos. Tu recuerdo me haría mal.

No te llamé durante la semana porque salí pésimo en los parciales. A punto de perder la beca. Lo que era nuestro futuro. Y cuando pensé que no podría empeorar, la noticia de una posible ruptura. Al final me hiciste daño. Te pedí no lo hicieras. No se como decirte adiós, pero te digo que si sigues con las mismas amistades vas a tener muchos problemas con los que sustituyan mi puesto.

Una jodida relación formal. De esas que presentas a la familia y que crees que durará toda la vida. Lo que te digo es que te di todo de mi, todo lo que tenía y hasta lo que no, pero tu no. La mitad, no creo, un ínfima parte de ti, se aproxima. Como dice la canción, puede aceptar estrechez de mi mente, soportar la falta grandísima falta de experiencia, pero no voy a aguantar, estrechez de corazón.
Es verdad, si me quitan la música no soy nada. Es lo único que me a ayudado en mi soledad, esa que tanto anhelas pero que no te recomiendo.
Me quiero cree Superman (Juandiman), para que no me duela nada de lo que me haces, pero no lo soy. No respeté mis propias reglas de juego. Conoces mi casa, a mis papás y amigos. Primera vez que doy todo, y mira como acabo. Es verdad que el amor es un campo de batalla, pero tu no conoces esa canción.
Como quise ser normal. Lo quise. Creo que nunca lo logré. Cambié mi forma de vestir y de pensar, pero ni así, encajé. He dejado de llorar. Me acuerdo a Gilberto Santa Rosa y su no pensé enamorarme otra vez, pero como siempre, no las has escuchado ni analizado bien.

Te habla Juan Diego, tu (ex)enamorado.
Tu enamorado de verdad.
No es broma

Desde que te dejé de ver, no ha pasado un solo día sin que haya dejado de pensar en ti. Abrazarte. Besarte. Dártelo todo. Te habrás dado cuenta que fracasé. Ahora me muero más de lo que ya estaba. Y cuando encuentre el valor de mirarte a los ojos, no se que haré. Si te vuelvo a ver, ¿te ignoraré?, o lloraré porque no puedo con estas cosas. Es mucho, ya he sufrido mucho. Lo llaman Karma. Lo que haces vuelve. Regresa a mi.

En una o dos semanas me olvidarás. Lo sé, lo sé. Así son las chicas como tu. Matan a personas que se cruzan en su vida.
Si después de darte estos papeles estoy vivo, sin llorar, temblar o algo así, es de milagro o porque me estoy acostumbrando.
Ojalá sea una buena razón. Ojalá, pero creo que es mucho pedirte. Derepente estuvo bien, porque no confiabas en mi. Me di cuenta cuando, después de mucho tiempo, me contaste de él y su declaración. Fíjate que yo siempre te lo conté todo y sin esperar tiempo. Tu no lo hiciste, pero te perdoné. Me muero por ti y por eso lo hice. Creo que tu, no. Creo que ni siquiera me dijiste la verdad cuando hablábamos. Lo que me di cuenta al principio fue de tu mentalidad televisaba contra la cual siempre he luchado. Compruébalo. Escucha a Los Prisioneros y date cuenta, evalúate. Pero no me importó. Te amaba y todavía lo hago. Tu eras esa segunda persona de Alejandro Sanz.
Me acuerdo cuando te dije que quería dormir contigo. No por el sexo. Sino para ver tu carita cuando me despierte. No se cumplirá. Creo que pensabas que lo nuestro era sexo. Nunca lo fue. En todo caso, yo lo hubiera llamado amor. Renovamos nuestras canciones, pero ni eso importó. Ni eso te sirvió.
Odio Panda. La culpa la tiene Pirlo, y ahora ¿a ti también?. Se me acabe el tiempo para escribir. Me duele horrible el corazón. Derepente fue que no tengo dinero ni para las copias en la universidad. Últimamente estoy escaneando. Total es gratis. Me estoy quedando sin trabajo en el amor. Otra vez Panda y su Cita en el quirófano. Quiero morirme.
Como te dije, gracias por la mentira, por la ilusión, y por romperme el corazón. Creo que nunca fue suficiente para ti. Pero para mi, solo el escuchar tu voz por el auricular me alegraba el día, lo era todo.
No te puedo decir que te odio porque no lo hago. Te amo. No pensé que fueras así. Yo perdono todo, pero creo que tu no. No pensé que, después que te lo pedí, me hicieras daño.
Será de Sin Bandera y Amarte es mi pecado. Lo más difícil es poner mi nombre al final de esta carta y despedirme. Vuelvo a lagrimear. Te devuelvo la segunda carta que me escribiste en casi once meses.

Juan Diego

No hay comentarios: