La noche en que viví o El día en que morí

Ayer, un día de nauceas y escalofríos que terminó en risas y llantos.

Envolturas con chocolate.
Caminaba despacito. Mi vida estaba acabada así como mi ilusión. Todo era distinto.
Han pasado diez meses y, 14 días para los once, es muy diferente a la manera en que vine la primera vez.
Al principio casi logro ocultar lo que sentía. Y la Pata refiriéndose a mi sonrisa común, ingenua y falsa. Resolví que no podía más. Aparentemente, todo cambio de manera literal. Lágrimas. Muchas lágrimas.
A medida que me alejaba del tercer piso de mí, por siempre, amada, recordaba todo lo vivido con ella y ese recuerdo, aparte de doler, pesa. Regresé. Más lágrimas. Me pensé como homosexual, me pensé como llorón. No imaginé terminar viendo videos como siempre lo hicimos.
La note distante. La note hermosa. ¿Amistad? No se, me conoce demasiado. Tengo miedo. Me acostumbré a ella y a su forma de besar.
Mis pies parecían de cemento cuando parado estaba al frente, esperando el milagro. Verla correr hacia mí. Besarnos y amarnos hasta el fin.

Tengo más miedo de perderte a ti, que perder mi vida.

Hace bastante rato que, me fui de su vida, y ella se fue de la mía. Como era lógico, yo pensaba que después de ella no habría futuro alguno mas creo que me equivoque. Aún la amo y no lo voy a negar. Mientras veía su rostro pensaba en la frase: ¨ si la amas, déjala libre ¨. Curiosamente, siempre la desprestigié y, por cosas de la vida, ahora era la única salida en la que me refugiaba.

Gracias por todo, aunque me duela que me hayas vuelto a romper el corazón mal arreglado. Te sigo amando. Esto, ojala no trascienda de nosotros dos, aunque creo que algunas personas relacionadas contigo tienen un mal concepto de mi y no por cosas que haya hecho, sino por las que me han hecho.

Pata y propiedad privada. Mía y su próximo año a cumplir. Paradojas del destino. Los cachos y el ángel con ellos. La luna, su resplandor, su oscuridad que tanto me hace recordar a ella. Los compases y tresillos suenan en los parlantes. Favor regresa, para llenar el vacío que dejaste al irte. Regresa.

¿Nos volveremos a ver? ¿Nos volveremos a tocar?
Tal vez nos encontremos un día, nos veamos fijamente a los ojos, nos acerquemos y nos amemos. Tal vez en otra vida, cuando seamos animales, cuando seamos como la Rusa.